lunes, 6 de agosto de 2012

Motivos que llevan al terrorismo


Motivos que llevan al terrorismo


Motivos del Terrorismo

Diversos motivos inspiran a los terroristas. Los estudiantes del terrorismo los clasifican en tres categorías: racional, psicológico, y cultural. Un terrorista puede ser formado por combinaciones de éstos.

Desde el punto de vista sociodemográfico, el terrorismo islamista no parece tener un perfil muy definido. No sucede lo mismo si el estudio se realiza desde el punto de vista psicológico. Donde los terroristas en general y el terrorista islamista en particular tienen 3 características psicológicas muy marcadas. Donde las 2 primeras son el pensamiento dicotómico y locus de control externo son de tipo cognitivo y la tercera es la empatía que es de tipo emocional.



ü  Motivación Racional

El terrorista racional valora las capacidades defensivas del blanco contra las suyas propias. Mide las capacidades de su grupo para sostener el esfuerzo. El análisis racional del terrorista es similar al de un comandante militar o de un empresario de negocio que considera líneas de conducta disponibles. Él intenta determinarse si hay maneras menos costosas y más eficaces de alcanzar su objetivo que terrorismo.


ü  Motivación Psicológica

La motivación psicológica para el terrorismo deriva del descontento personal del terrorista con su vida y las realizaciones. Los terroristas tienden a proyectar sus propias motivaciones antisociales sobre otras personas, el crear polos " nosotros contra ellos.” Esto permite a los terroristas deshumanizar a sus víctimas y quitar cualquier sentido de la ambigüedad de sus mentes. La claridad que resulta del propósito suprime a las que anhelen violencia para relevar su cólera constante.

La otra característica común del terrorista psicológicamente motivado es la necesidad pronunciada de pertenecer a un grupo.

Como mínimo, debe cometer actos violentos para mantener autoestima del grupo y su legitimidad. Así, los terroristas realizan a veces ataques que son objetivos no productivos o aún ineficaces a su meta.

Otro resultado de la motivación psicológica es la intensidad de la dinámica del grupo entre terroristas. Tienden a exigir unanimidad y a ser intolerante con la disidencia.

Con el enemigo claramente identificado, la presión de extender la frecuencia y la intensidad de operaciones está siempre presente. Esto puede explicar por qué los grupos del terrorista son propensos a fracturarse.


ü  Motivación Cultural

Las culturas forman valores y motivan a gente a desarrollar acciones que no parecen razonables a los observadores no nativos. Podemos aceptar el mito que el comportamiento racional dirige todas las acciones humanas.

El tratamiento de la vida en general e individual en detalle es una característica cultural que tiene un enorme impacto en el terrorismo.

En sociedades donde la gente se identifica en términos de miembro de un grupo (familia, clan, tribu), suele haber una buena voluntad para sacrificarse. Ocasionalmente, los terroristas parecen estar impacientes por dar sus vidas por su organización y causa.

Un motivo cultural importante del terrorismo es la opinión "forasteros " y su anticipación a la amenaza para la supervivencia étnica del grupo. El miedo de la exterminación cultural conduce a la violencia. Todos los seres humanos son sensibles a las amenazas a los valores por los cuales se identifican. Éstos incluyen lenguaje, la religión, la calidad de miembro de grupo, y el territorio del nativo. La posibilidad de perder cualquiera de éstos puede accionar la defensa

La religión puede ser la más volátil de identificadores culturales porque abarca los valores llevados a cabo profundamente. Una amenaza para su religión pone no solamente el presente en el riesgo pero también su fin cultural y el futuro. Muchas religiones, incluyendo cristianismo e Islam, han utilizado la fuerza para obtener a reconvertidos. El terrorismo en el nombre de la religión puede ser especialmente violento.

Los terroristas no están incapacitados por ningún tipo de trastorno para distinguir entre el bien y el mal. Lo que, en la inmensa mayoría de los casos, han recibido es una socialización en la que han aprendido a percibir y entender lo que nosotros tendríamos por una gran mal (el atentado) como un bien necesario que les acerca a la consecución del bien supremo que guía sus vidas, bajo cuyo influjo han aprendido a verse a sí mismos y a sus potenciales víctimas de una manera muy peculiar.


ü  Pensamiento dicotómico

Dicho pensamiento es muy habitual entre todo tipo de agresores. Es una distorsión cognitiva que consiste en pensar en blanco o negro, en dividir el mundo entre ellos y nosotros.

En el caso del terrorista esta división está muy marcada. El terrorista islamista ha asumido plenamente la división islámica entre musulmanes y no musulmanes.

Bajo esta percepción los bandos siempre son irreconciliables.


ü  Locus de control externo

El pensamiento dicotómico suele complementarse con la enajenación de la responsabilidad por los actos propios o locus de control externo. Los terroristas adscriben la responsabilidad de sus actos a  otro, en especial, a sus propias víctimas (ej: lo que solía hacer ETA, defendiendo sus actos como  “actos de defensa por al represión del Estado español”).

Ellos no se perciben así mismo como terrorista por la socialización que han recibido y construyen su propia imagen a parte de la realidad.

Para el terrorista islamista la inmolación o shahid, les llena de orgullo a él y a su familia.

Para ellos los responsables de la yihad por la espada, son los hombres que someten a otros hombres.



ü  Falta de empatía

Algunos consideran que los terroristas suelen tener un fuerte trastorno de personalidad y eso hace que estos no tengan empatía con sus víctimas.

Las neurociencias de nuestro tiempo ponen de manifiesto que en la zona del cerebro donde habitan las ideas, pensamientos, creencias…etc es capaz de secuestrar la acción de estructuras del cerebro emocional. Las emociones son anuladas o inhibidas (este proceso fue el que Bandura denominó “desconexión moral” en 1994).

Ese cambio adopta la forma de una restructuración cognitiva (lavado de cerebro) basada en una reinterpretación:

Ø  De lo que es una acción violenta

Ø  De las conexiones entre acción violenta y sus consecuencias cruentas

Ø  De las propias víctimas

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